Parece ciencia ficción pero un reciente estudio avala este logro. Científicos de la Universidad de California, han concluido con éxito un estudio clínico en roedores con el que han conseguido probar la eficacia de una técnica revolucionaria. Mediante la impresión 3D, han logrado crear una espina dorsal artificial, la han “cargado” de células madre y después la han implantado con éxito en ratones. El gran triunfo radica en que el implante ha logrado estimular el crecimiento de terminaciones nerviosas en zonas dañadas, restaurando las conexiones y las funcionalidades perdidas. Los autores del estudio, aseguran que la técnica está lista para ponerse a prueba en humanos.

Los responsables del estudio han observado que ha vuelto a crecer tejido alrededor de la espina dorsal artificial que implantaron en las ratas que participaron en el ensayo. Y además han logrado la supervivencia de las células madre que se introdujeron en dicha estructura. Estas células madre neurales o axones lograron “salir” del implante y se instalaron en la espina dorsal de estos animales. Estos axones son extensiones de las células nerviosas que logran que éstas conecten con otras células. “Esto es fundamental para intentar restaurar la función física”, apunta uno de los co-autores del texto, Mark Tuszynski, profesor de Neurociencia y director del Translational Neuroscience Institute de la Escuela de Medicina de San Diego.

“Este es otro paso clave hacia los ensayos clínicos que ayudarán a reparar los daños en la espina dorsal en humanos. El implante proporciona una estructura física y estable que proporciona consistencia al injerto y ayuda a la supervivencia de las células madre neurales. Se asemeja a un escudo que las protege de ambiente tóxico e inflamatorio de las heridas en la espina dorsal y ayuda a guiar a los axones”, añade Kobi Koffler, co-autor del estudio y asistente en el laboratorio de Tuszynski.

FUENTE larazon.es (Enero 2019)

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