Nacer con cataratas congénitas supone tener que someterse a operaciones y, en algunos casos, hacer frente a una ceguera total que cambia por completo la vida de ese recién nacido que deberá explorar el mundo de otro modo.

Si bien es cierto que este tipo de ceguera es una de las más tratables, el proceso para mejorar la calidad visual de los pequeños suele ser algo complejo. De hecho, es común que padezcan desde lo que se conoce como ojo perezoso hasta una pérdida de la agudeza visual más o menos considerable.

Según un estudio publicado en la revista Nature, un equipo de la Universidad de California (EEUU) ha conseguido curar por completo las cataratas de 12 bebés gracias al implante de células madre.

Tal y como indican los médicos, gran parte de las cataratas congénitas son hereditarias. De ahí, que siempre sea adecuado conocer el historial médico de las familias. Esta ceguera no se suele percibir en los bebés hasta llegado el primer mes, cuando, de pronto, nos damos cuenta de que los niños no fijan su atención en los objetos o no son receptivos a nuestros gestos o sonrisas.

Puesto que las cataratas congénitas suelen ser el origen en algunos casos de la ceguera total, médicos, científicos e investigadores de todo el mundo llevan muchas décadas intentando dar una solución temprana a este tipo de alteración.

Hace unos años, la Universidad de Osaka (Japón) se empezó a trabajar en el trasplante de células madre con el fin de crear córneas capaces de devolver la visión. Estos trabajos fueron liderados por Kohji Nishida, con buenos resultados en animales. Aún no se había probado en humanos.

Lo que se hizo fue implantar células madre mediante une pequeña técnica quirúrgica que activa las propias células madre del cuerpo, de tal modo que se regenera todo el cristalino de los bebés con cataratas.

Hasta no hace mucho lo que se hacía era una incisión de 6 milímetros en el cristalino, para después eliminarlo y reemplazarlo por uno artificial. Una operación que no siempre era exitosa. En la actualidad, y gracias a este avance, solo se necesitará realizar una incisión de 1,5 milímetros para extraer el cristalino enfermo, implantando después nuevas células madre que hacen crecer uno nuevo sin cataratas. 

A día de hoy, los niños que participaron en este proyecto llevan una vida normal sin ningún complicación. Algo maravilloso. Esto, según los propios investigadores, es solo un primer paso. Se utilizan células madre pluripotentes que no provienen de embriones, sino de tejido humano adulto diferenciado.

A día de hoy están desarrollando nuevas técnicas para crear otros tejido del ojo con el fin de ofrecer nuevas respuestas a más tipos de dolencia dentro del campo de la oftalmología.

Se ha generado ya el tejido de la retina o la córnea, pero ahora buscan ante todo crear otras estructuras para devolver la vista a adultos ciegos.

Según Mark Daniell, investigador del Centro Australiano de Investigación Oftalmológica de Melbourne, el cambio de paradigma supone una revolución y toda la comunidad científica está entusiasmada con este hallazgo. De momento son 12 bebés los que crecen con normalidad interactuando con el mundo, viendo colores como cualquier otro niño sano, así que… ¿Y si en un futuro muy cercano pudiéramos hablar ya del fin de la ceguera?

Hemos de ser prudentes, porque estos avances requieren de un tiempo determinado y una gran inversión económica. No obstante, el campo de las células madre nos abre las puertas a múltiples avances donde, poco a poco, iremos viendo grandes y esperanzadores logros.

FUENTE: mejorconsalud.com

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