Un estudio liderado por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) junto con otros centros europeos, ha evaluado con éxito una terapia avanzada basada en células madre mesenquimales del propio paciente, para reconstruir maxilares que estaban muy debilitados, de cara a colocar implantes dentales.

¿Qué hicieron exactamente?

  • Tomaron las células madre mesenquimales del paciente mediante una punción en la cresta ilíaca (la parte superior del hueso de la cadera)

  • Implantaron esas células junto a un sustituto sintético de hueso.

  • Compararon el resultado con la técnica tradicional, que consiste en usar un bloque de hueso del propio paciente (de la rama posterior de la mandíbula) como injerto.

Resultados del ensayo

  • El grupo (formado por 48 pacientes: 36 de prueba y 12 en el grupo control) tratado con células, obtuvo una reconstrucción ósea tridimensional significativamente mayor, en comparación con el grupo de control.

  • Esto abre la posibilidad de colocar implantes dentales en la posición ideal, lo que mejora tanto funcionalidad como estética.

¿Por qué es innovador este estudio?

  • Las células madre mesenquimales pueden “estimular” el hueso para que crezca de forma más completa, lo cual es una ventaja real cuando el paciente tiene un defecto óseo importante.

  • El uso del sustituto sintético en lugar de injertos de hueso humano o animal facilita la disponibilidad, porque elimina la necesidad de una fuente de hueso adicional.

  • Representa un paso más en regeneración ósea mediante terapias celulares, un campo que avanza y que cada vez se asoma más a la práctica clínica real.

Aunque los resultados iniciales son favorables, los autores advierten que aún no es fácil trasladar esta terapia a la clínica general. Hay grandes barreras regulatorias, y los costes de manipulación de células siguen siendo altos. Para que sea más asequible, habrá que mejorar los procesos de aislamiento, identificación y crecimiento de las células mesenquimales.

Este estudio nos confirma que las células mesenquimales sí tienen un gran potencial real para reconstruir hueso y mejorar los implantes dentales, lo cual puede incrementar las opciones de tratamiento para personas con severas pérdidas óseas. Y aunque aún no esté “listo para todos los pacientes”, es un claro avance que nos acerca a terapias de regeneración más accesibles y sofisticadas.