Una mujer de 46 años con una grave insuficiencia cardiaca recibió un tratamiento experimental en verano de 2021: un parche elaborado en el laboratorio con 800 millones de células derivadas del cordón umbilical de una donante. Tres meses después, la paciente se sometió a un trasplante cardíaco y los científicos pudieron examinar directamente su órgano parcheado y ya desechado.
Los resultados del análisis demuestran por primera vez que es posible regenerar el corazón humano.
El líder de la investigación, el médico Wolfram-Hubertus Zimmermann, subraya la importancia del gran avance. La insuficiencia cardíaca amenaza la vida de 64 millones de personas en el mundo y la situación es preocupante porque escasean los órganos donados. La Sociedad Internacional de Trasplante de Corazón y Pulmón calcula que apenas se hacen 5.000 operaciones de sustitución cardíaca cada año en todo el mundo, unas 350 de ellas en España.
La técnica se basa en los revolucionarios descubrimientos del médico japonés Shinya Yamanaka, ganador del Nobel de Medicina en 2012 por demostrar que una célula adulta puede reprogramarse y regresar a un estado embrionario, capaz de convertirse después en cualquier otro tipo de célula, como una neurona del cerebro o un cardiomiocito del músculo cardiaco. Rodríguez Polo y sus compañeros generaron las células de corazón a partir de la piel de los monos. En la mujer de 46 años, la fuente de células es un cordón umbilical donado.
Los resultados publicados en la revista Nature, muestran que ni en la mujer ni en los 20 monos operados se han detectado arritmias ni tumores, dos de los efectos secundarios más temidos.
“Nuestro estudio es el primero que demuestra la remuscularización del corazón”, indica Zimmermann. El médico explica que las personas con estos parches de células ajenas necesitan recibir un tratamiento de por vida que reduzca sus defensas y evite el rechazo. “Es un desafío manejable. Hay que recordar que estos pacientes con enfermedades terminales tienen una mortalidad del 50% cada año. Los efectos secundarios de la supresión inmunitaria hay que tenerlos en cuenta «pero son manejables”, señala.
VER ESTUDIO https://www.nature.com/articles/s41586-024-08463-0