Investigadores del Hospital General de Massachusetts produjeron con éxito tejido cardiaco funcional con células madre creadas a partir de células de la piel. La técnica usada permite que el tejido del corazón se reconstruya con el propio material celular del paciente, lo cual reduce la necesidad de una coincidencia precisa de los donantes, y también reduce enormemente la probabilidad de rechazo.
No es probable crear simplemente un corazón entero a partir de células. Los órganos piden de una especie de andamio para dar a las células una forma. En el curso normal de las cosas, este andamio, conocido como matriz extracelular, se crea a partir de proteínas secretadas por las células.
Jacques Guyette, autor del estudio, mencionó: “La generación de tejido cardiaco funcional implica la realización de varios retos. Estos incluyen dar un andamiaje estructural que sea capaz de soportar la función cardíaca, un suministro de células cardiacas especializadas y un ambiente propicio en el que las células puedan repoblar el andamiaje para formar tejido maduro capaz de manejar las funciones cardíacas complejas”.
En vez de cultivar estas matrices extracelulares, algo que llevaría tiempo, el equipo usó 73 corazones de donantes del Banco de Órganos de Nueva Inglaterra. Estos corazones se habían determinado inadecuados para trasplante. Después de transformar celulas iSP en más de 500 millones de células cardíacas o cardiomiocitos, estas se implantaron en los corazones ya descelularizados. Al cabo de unos días, las estructuras han empezado a formar tejido cardíaco que se contrae de modo reflejo como el de un corazón funcional.
Para preparar los corazones, el equipo los ha despojado de la matriz extracelular con una solución de detergente. Esto elimina todas las células vivas y deja tras de sí un andamio neutral para el nuevo material celular.
Para sembrar las matrices con células, el equipo usó un nuevo método que usa ARN mensajero para revertir las células de la piel a células madre, una técnica más eficaz que el manejo genético anterior. A continuación, se instaron estas células madre a crecer en la forma de células del músculo cardíaco.
Posteriormente, los investigadores distinguieron las células madre en CGR. No obstante, las nuevas CGR obtenidas no eran precisamente iguales entre sí, presentando atributos diferentes en función de que proviniesen de que la persona de la que provenían tuviese o no glaucoma.
Estas células de los músculos se han introducido en la matriz extracelular. En cuestión de días, han crecido en el tejido muscular de contracción. Por último, el corazón creciente se ha colocado en un biorreactor con una solución de nutrientes y factores de estrés que copiaron las condiciones bajo las cuales opera un corazón vivo. Después de 14 días, el equipo ha encontrado lugares densos de tejido muscular cardiaco inmaduro que se han contraído normalmente bajo la estimulación eléctrica.
Guyette mencionó: “La regeneración de un corazón entero es sin incertidumbre un objetivo a largo plazo que está todavía a varios años de distancia, por lo que en este momento estamos trabajando en la ingeniería de un parche de miocardio funcional que podría cambiar el tejido cardiaco dañado por un ataque al corazón o insuficiencia cardiaca”.
Es más; como termina el director del estudio, «en un futuro lejano, y podríamos ser capaces de coger las CGR de personas sanas y usarlas como sustitutas para los pacientes con glaucoma, según vayamos aprendiendo a cambiar las CGR perdidas. Un desafío realmente significativo que tiene que ser nuestro objetivo a largo plazo. Y un desafío, adicionalmente, que estimamos que no es para nada irreal».
FUENTE noticias.com
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