Tras la radioterapia, el 60% de los pacientes con cáncer de cuello y cabeza registra hiposalivación, una disminución o falta de segregación del fluido porque la radiación les ha dañado las glándulas que lo segregan.
La falta de esta sustancia repercute en la calidad de vida. Además de problemas bucodentales, quienes no la segregan presentan serios problemas alimenticios, pues descartan determinadas comidas ante la imposibilidad de masticarlas y tragarlas. La consecuencia de la falta de salivación es la sensación de boca seca o xerostomía.
Los tratamientos actuales se limitan a intentar aliviar los síntomas, con salivas artificiales que mejoran la lubricación, estimulantes y preparados pero «en numerosas ocasiones los tratamientos no son efectivos, pues nos enfrentamos a personas que presentan una xerostomía irreversible –sensación de boca seca–, como en la producida por la radioterapia de cabeza y cuello”, afirma a Sinc Gerardo Gómez-Moreno, catedrático de Odontología de la Universidad de Granada.
Pero la situación podría cambiar en el futuro, ya que diferentes investigaciones han revelado la presencia de células madre en el tejido de las glándulas salivales, lo que abre la puerta a la generación de nuevos tejidos para sustituir los dañados.
Estas células madre del tejido de la glándula saliva podrían producir todos los tipos celulares necesarios para formar una glándula, incluidas las células acinares, responsables de la secreción del fluido. Con este hallazgo los investigadores han desarrollado un sistema 3D en hidrogel para cultivar células acinares capaces de secretar saliva.
Los especialistas confían en que los modelos avancen y se empiecen a probar en personas, aunque para eso todavía falta tiempo. “El modelo de autoinjerto y el gran conocimiento que se ha generado en los últimos años respecto a las células madre y la regeneración de diferentes tejidos ayudará a que disminuyan los plazos”, alienta Gómez-Moreno.
FUENTE publico.es (Julio 2018)