Esta investigación de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido) y publicada en The Lancet, analiza cómo las leyes contra el consumo de tabaco en diferentes países y zonas están beneficiando la salud de los niños que viven en esas regiones.

Según la investigación, la prohibición de fumar tabaco en lugares públicos ha contribuido a reducir los nacimientos prematuros en un 10% y ha provocado una caída del 10% en la asistencia hospitalaria por los ataques de asma en la infancia.

Este estudio, dirigido desde Edimburgo, junto con investigadores de la Universidad de Maastricht (Holanda), la Universidad de Hasselt (Bélgica) y la Escuela de Medicina de Harvard y el Hospital Brigham y de Mujeres (Estados Unidos), analizó más de 2,5 millones de nacimientos y cerca de 250.000 asistencias hospitalarias por ataques de asma.
El investigador, el doctor Jasper Been de la Universidad de Edimburgo, asegura que la investigación “muestra que las prohibiciones de fumar son una forma efectiva de proteger la salud de nuestros niños».
Estos hallazgos deberían ayudar a acelerar la introducción de la legislación de lucha contra el tabaquismo en áreas no protegidas actualmente». Menos de una sexta parte de la población mundial está actualmente protegida por las leyes antitabaco y se calcula que  el 40% de los niños de todo el mundo está expuesto regularmente al humo de segunda mano. El tabaquismo pasivo puede provocar que los bebés nazcan  prematuramente y está vinculado a defectos de nacimiento, asma e infecciones pulmonares.
La investigación también ha sugerido que la exposición al humo puede tener consecuencias para la salud a largo plazo, contribuyendo al desarrollo de patologías crónicas como la enfermedad cardiaca y la diabetes en la edad adulta.
FUENTE: El País (Marzo 2014)
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