Nikoloz tiene 8 años y vive en Georgia, sus padres, por recomendación del ginecólogo decidieron almacenar su sangre del cordón umbilical en un banco privado ubicado en la capital del país.
 
A los dos años de edad, los padres notaron que algo andaba bien en el desarrollo de Nicoloz, sus arrebatos emocionales eran frecuentes, no hablaba, su atención era escasa, no se comunicaba con otros niños y no mostraba ningún interés en ellos. A los tres años, Nicoloz fue diagnosticado de Trastorno del Espectro Autista (TEA) una afección neuro-desarrollada que aparece en edad temprana del desarrollo del niño, los comportamientos de autismo suelen manifestar deterioro de la comunicación, conductas repetitivas y falta de actividades e intereses.
 
La investigación ha identificado algunas diferencias en la morfología del cerebro y la activación de pacientes con autismo, pero no existe una terapia farmacológica o conductual que pueda tratar este  trastorno. Datos recientes sobre la prevalencia de TEA en los Estados Unidos indican que se muestra en 1 de cada 59 niños
 
Después de su diagnóstico, Nicoloz se sometió a una terapia de Análisis Aplicado de la Conducta, un programa de capacitación intensivo que se desarrolló para enseñar habilidades importantes para la vida a niños con Autismo, como la capacidad de comunicación, comportamiento escolar, las relaciones sociales, la higiene… sin embargo Nicoloz solo consiguió pequeñas mejoras.
 
En 2016, los padres de pequeño vieron en un programa médico en la televisión donde informaban que la sangre del cordón umbilical de un niño podía aliviar los síntomas del Autismo. Ante esto, se pusieron en contacto con su banco de sangre del cordón umbilical para conocer las opciones de esta terapia en Georgia. El Centro Médico Mardaleishvili en Tibilisi, una clínica con experiencia en el uso de células madre autólogas para la lesión de la médula espinal, está colaborando con su banco privado, llevando a cabo un estudio clínico para tratar el Autismo infantil con sangre del cordón umbilical autóloga. Los niños participantes en el estudio recibieron tres inyecciones intratecales de sus propias células madre de sangre del cordón umbilical en intervalos de 6 meses.
 

Esta vía permite que las células vayan donde se necesiten, a cada parte de la medula espinal, el cerebelo y el sistema límbico, por tanto, todas las células trasplantadas llegan a los sitios dañados y como resultado, pueden ocurrir efectos paracrinos más fuertes. En comparación, cuando las células se inyectan por vía intravenosa, la mayoría de las células se filtran de la sangre por los pulmones, el bazo y el hígado, y las células restantes se enfrentan a la barrera hematoencefálica. La cantidad de células que pueden llegar al cerebro es importante para el éxito de la terapia.

Para el tratamiento del Autismo, no se ha establecido una dosis celular mínima. El tamaño de la dosis utilizada para cada niño en este estudio depende de la cantidad de células disponibles en la sangre del cordón umbilical almacenada. En el caso de Nikoloz se mostró una mejora significativa después de dos inyecciones. Su vocabulario aumentó drásticamente hasta ahora, es capaz de hablar prácticamente cada palabra y se comunica mediante oraciones cortas. Puede leer, escribir, pintar y resolver problemas aritméticos. Su comportamiento también mejoró y ahora asiste a la escuela regularmente.
 

Diversos ensayos y estudios clínicos con células autólogas de sangre de cordón, que se extraen el el momento del nacimiento, han hecho mejorar la calidad de vida tanto de niños como sus padres. Otro caso real, en este caso para tratar la parálisis cerebral, es el de Beatriz, tratada con su muestra de sangre de cordón conservada en nuestro banco.

Nuestro equipo de atención al cliente te puede informar con más detalle sobre los últimos avances en salud o enfermedades ya tratadas mediante trasplante de células madre del cordón, puedes contactarnos en info@bio-cord.com o en el 91 179 40 62

 
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