Una reciente investigación indica que las mujeres con insuficiencia ovárica prematura (POI) pueden usar sus propias células madre de la médula ósea para rejuvenecer sus ovarios y evitar los efectos de la menopausia prematura. Los resultados preliminares del ensayo clínico en curso ‘ROSE’ se presentan en ENDO 2018, la 100 ª reunión anual de la Sociedad Endocrina de Estados Unidos, que se celebra en Chicago.

“Las dos participantes que completaron el tratamiento hasta la fecha, los niveles séricos de estrógenos aumentaron en apenas tres meses después de la inyección de células madre, y el efecto duró al menos un año. Sus síntomas menopáusicos se han aliviado, y seis meses después de la inyección de las células madre en los ovarios, han reanudado la menstruación”, indica el autor principal Ayman Al-Hendy, profesor de Ginecología y director de Investigación Traslacional de la Universidad de Illinois en Chicago..

Los investigadores planean inscribir a 33 participantes en su ensayo clínico. En el caso de las dos pacientes que se han sometido al procedimiento hasta ahora, recogieron las células madre mesenquimales de cada mujer de su cresta ilíaca posterior (el punto más alto de la pelvis) y usaron laparoscopía mínimamente invasiva para inyectar las células en un solo ovario, manteniendo el segundo ovario no tratado como control.

Los autores evaluaron a las pacientes mediante frecuentes análisis de sangre, imágenes de los ovarios, cuestionarios de síntomas de la menopausia y estudios de seguridad. Ahora que los niveles de estrógeno en ambas mujeres han aumentado significativamente y han comenzado a menstruar, el equipo de investigación espera la posibilidad de que vuelvan a ser fértiles.

“Las imágenes de ultrasonido de los ovarios tratados muestran un aumento de tamaño significativo en los ovarios tratados en comparación con los ovarios contralaterales no tratados. En los casos completados hasta ahora, las pacientes han tolerado el tratamiento muy bien sin complicaciones o efectos secundarios”, subraya Al-Hendy.

Los ovarios producen hormonas y óvulos típicamente hasta la menopausia a principios de los años cincuenta, cuando dejan de funcionar. Alrededor del 1 por ciento de las mujeres tienen POI, y algunas a edades tan jóvenes como su adolescencia, señalan los autores del estudio.

Con el POI, los ovarios dejan de funcionar y las mujeres entran en la menopausia de manera temprana, de forma que pierden la capacidad de menstruar, ovular y tener hijos usando sus propios óvulos, y pueden estar en mayor riesgo de presentar síntomas de menopausia que incluyen sofocos, sudores dulces, cambios de humor y sequedad vaginal, y por enfermedad cardiovascular, fractura relacionada con osteoporosis y deterioro de la función cognitiva.

FUENTE www.medpagetoday.com/meetingcoverage/endo/71850 –  ecodiario.eleconomista.es (Abril 2018)

LINK AL ENSAYO clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT02696889

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