Científicos del Centro Médico Cedars-Sinai, en Los Ángeles (EE.UU.) han reparado con éxito graves fracturas de las extremidades en animales de laboratorio con una innovadora técnica que permite al hueso regenerar sus propios tejidos. En caso de probarse la seguridad y eficacia en seres humanos, este método pionero en la combinación de ultrasonido, células madre y terapias genéticas podría eventualmente remplazar el injerto a la hora de reparar huesos rotos.

“Estamos justo en el comienzo de una revolución en la ortopedia”, apunta Dan Gazit, codirector del Programa de Regeneración Esquelética y Terapia Celular en el Departamento de Cirugía y el Consejo de Gobernadores del Instituto de Medicina Regenerativa de Cedars-Sinai, además de investigador principal del estudio, publicado en Science Translational Medicine . “Estamos combinando un enfoque de ingeniería con el enfoque biológico para avanzar en la ingeniería regenerativa, que creemos que es el futuro de la medicina.”

Al año se realizan en todo el mundo más de dos millones de injertos para tratar lesiones graves relacionadas con accidentes de tráfico, guerras o extirpaciones de un tumores. Estas lesiones pueden crear huecos entre los bordes de la fractura demasiado grandes para que el hueso se conecte por sí solo, lo que requiere implantar piezas, ya sean del paciente o de un donante.

“Desafortunadamente, los injertos óseos conllevan desventajas”, explica Gazit. Un problema es que no hay suficiente hueso son disponible para las reparaciones. Las cirugías para eliminar la pieza de hueso, normalmente de la pelvis, y el implante, puede generar un dolor prolongado y hospitalizaciones largas y prolongadas. Asimismo, los injertos de donantes pueden no integrarse o crecer adecuadamente, causando el fallo de la reparación.

La nueva técnica desarrollada podría brindar una alternativa a los injertos óseos. En su experimento, los investigadores construyeron una matriz de colágeno, una proteína que el cuerpo utiliza para construir huesos, y la implantaron en el espacio entre los dos lados de un hueso de la pierna fracturada en animales de laboratorio.

“Este estudio es el primero en demostrar que el suministro de genes mediado por ultrasonidos a las propias células madre de un animal puede utilizarse eficazmente”

Esta matriz reclutó células madre de la pierna fracturada en el hueco durante dos semanas. Para iniciar el proceso de reparación, el equipo entregó un gen inductor de hueso directamente en las células madre, utilizando un ultrasonido y microburbujas que facilitaron la entrada del gen en las células.

Ocho semanas después de la cirugía, la brecha ósea se cerró y la fractura de la pierna de todos los animales de laboratorio que recibieron el tratamiento se curó. Las pruebas mostraron que el hueso crecido en el hueco era tan fuerte como el producido por injertos óseos quirúrgicos.

FUENTE consalud.es (Mayo 2017)

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